OPERACIONES DEL PENSAMIENTO

OPERACIONES DEL PENSAMIENTO
En el pensamiento se dan tres operaciones fundamentales, a saber, la simple aprehensión, el juicio y el raciocinio. Cada una de estas operaciones manifiesta un nivel de complejidad en la medida en que se relacionan más términos. Para comprender estas operaciones, será necesario analizar cada una de ellas.
La simple aprehensión es el resultado de la abstracción de las características del objeto por parte del sujeto, esta operación se realiza de la siguiente manera:
1. Ante el sujeto aparece una realidad determinada circunstancialmente, de la cual selecciona un objeto al que dirige su atención.
2. El sujeto contempla al objeto y percibe todas sus características físicas por medio de los sentidos externos.
3. Las características observadas del objeto y poseídas por el sujeto pasan como datos a los sentidos internos: Sentido común (percepción simple de un ente); memoria sensorial (receptáculo donde se almacenan los datos materiales del objetos), estimativa (consideración de la bondad del objeto) y la cogitativa (consideración de la finalidad del objeto por parte del sujeto).
4. Las características del objeto pasarán por el entendimiento agente que espiritualiza los datos. En la doctrina aristotélico – tomista, se considera que las características poseídas en primer lugar por el objeto son particulares por lo que se tendrán que eliminar las características circunstanciales, accidentes, para considerar del objeto las características que lo hacen ser tal objeto, la sustancia.
5. Una vez que el entendimiento agente a eliminado las características particulares del objeto y dispuesto las características universales, pasarán estos datos al entendimiento paciente y de este al verbo mental.
6. En el verbo mental se reúnen estos datos universales y se sintetizan en una noción o idea.
7. Esta idea pasará en un término denominado, en su forma lógica, como concepto.
Por tanto, el resultado de la operación de abstracción y primera operación del pensamiento es el concepto. El concepto realiza, a su vez, tres tipos de operaciones: La definición, la división y la clasificación.
La definición es la determinación de un objeto en referencia a un género común y una diferencia específica. La división es la separación de las características de un objeto en sus partes más elementales, es decir, en términos. La clasificación es la unión de varios términos que comparten características semejantes entre ellos en uno o varios grupos determinados.
La segunda operación que realiza el pensamiento es el juicio. El juicio es predicar algo de un sujeto. Los elementos del juicio es el término – sujeto, la cópula – verbo y el término – predicado. Su enunciación es conocida con el nombre de proposición. Los juicios, según su cantidad, pueden ser universales y particulares; y según su cualidad, afirmativos o negativos.
La tercera operación corresponde al razonamiento que es la unión de dos o más proposiciones para considerar la definición de un nuevo elemento de un determinado objeto. Existen diferentes formas de razonar, la más utilizada es por medio de silogismos. Los elementos del silogismo son:
• Premisa mayor: Enunciado del cual parte el razonamiento
• Premisa menor: Enunciado que argumenta algo a la premisa mayor.
• Conclusión: Enunciado que considera las características enunciadas por la premisa mayor y la premisa menor, creando un nuevo contenido.
• Término mayor: Término que señala a un sujeto o característica en la premisa mayor.
• Término menor: Término que señala a un sujeto o característica en la premisa menor.
• Término medio: Término que se encuentra en la premisa mayor y en la premisa menor, funciona como referente a un vínculo que existe entre la premisa mayor y la menor.
Otras formas de razonar son empleadas como métodos en la investigación científica como lo son:
• Deducción: A partir de una premisa universal se consideran las premisas particulares que guardan relación con él.
• Inducción: A partir de una premisa particular se considera una premisa universal.
• Análisis: A partir de la generalidad de un objeto se determina su extensión particular.
• Síntesis: A partir de los elementos relacionados entre sí, se determina su extensión universal.

EL CONOCIMIENTO

EL CONOCIMIENTO

La palabra conocimiento designa el acto por el cual un sujeto posee el contenido que capta a partir de un estímulo sensorial o intelectual. En el acto de conocer participan cinco factores. El primero de ellos es el sujeto, éste contempla las características de un objeto y las retiene en el intelecto. El segundo es el objeto, éste es el ente al cual es dirigida la atención del sujeto y se manifiesta ante él como fenómeno concreto. El tercer factor corresponde a la misma operación por la cual el sujeto aprehende las características del objeto, esta operación es llamada pensar. El cuarto factor son las características intencionales que el sujeto posee del objeto, esto es, el contenido de la operación conocido también como conocimiento. Finalmente, el último factor es la forma por la cual se expresa el contenido, es decir, la representación utilizada para referirse al contenido de la operación que puede ser un término o una imagen.

Las características del conocimiento, entendida como el cuarto factor, son la intencionalidad y la inmaterialidad. La intencionalidad se refiere a la posesión del objeto que tiene el sujeto en el intelecto, es decir, el contenido del sujeto es sólo una referencia directa al objeto pero no contiene al objeto en sí mismo, es significado sin significante. La inmaterialidad del conocimiento es, como dice Tomás de Aquino, aquello que es entendido no está por sí mismo en el entendimiento sino por una representación suya, es decir, las características del objeto, presentes en el sujeto, no son físicas sino abstracciones.

Existen dos formas de adquirir el conocimiento, intuición y discurso. El conocimiento intuitivo se da cuando el sujeto obtiene del objeto las características en forma inmediata y directa. El conocimiento discursivo se da cuando el sujeto conoce las características universales del objeto a partir de la comparación o resultado de una operación del pensamiento, es decir, en forma mediata.

Según la fundamentación y universalidad del conocimiento, se puede considerar en cuatro niveles. El primero es el vulgar, en el que se conoce al objeto sin preguntarse la causa de éste, es la simple percepción. El segundo es el empírico o físico, el cual fundamenta al objeto según la experiencia del sujeto. El tercero es el matemático o científico, el cual funda al objeto en referencia a relaciones constantes presentes en otros objetos. Y el metafísico considera trasciende la materialidad del objeto concreto para convertir su concepto en referencia a entes particulares con las características de universalidad, racionalidad, fundamentación y sistematicidad.

La parte de la filosofía que estudia la corrección y leyes del pensamiento es la lógica. La corrección del pensamiento es la coherencia interna que posee la estructura intelectual y semántica para expresar las características del objeto conocido. Las leyes del pensamiento se determinan en función de cuatro principios aplicables a todo ente, conocidos como Principios lógicos supremos. El primero, el que fundamenta a todos, es el principio de no – contradicción que dice «No es posible que A sea B en las mismas circunstancias». El segundo es llamado principio de identidad y se define «A sólo puede ser A en las mismas circunstancias». El tercero es el conocido como principio de tercero excluido cuya formulación es «En una circunstancia concreta, siendo contradictorios A y B, no puede haber punto intermedio entre estos». El cuarto principio, concebido por Hume, y llamado principio de razón suficiente, se define «A tiene razón de su existencia en sí mismo».